Cada 6 de agosto, Bolivia se viste de gala para conmemorar su grito libertario, y en el Instituto Técnico Boliviano Suizo, este día se convierte en una vibrante manifestación de amor por nuestra patria. Esta fecha no es solo una celebración, es una vivencia, una expresión profunda de amor y pertenencia. Este año, una vez más, nos unimos en un desfile que no solo conmemoró nuestra independencia, sino que tocó el corazón de cada uno de nosotros, recordándonos lo que significa ser boliviano.
Ver a nuestros estudiantes marchar, con sus miradas llenas de esperanza y sus pasos firmes, es como ver a Bolivia en su forma más pura. Cada bandera ondeando en alto no es solo un símbolo patrio, es la promesa de un futuro mejor, tejido con los sueños de quienes caminan juntos en este sendero. Con cada sonrisa, cada gesto, sentimos el abrazo cálido de nuestra tierra, que nos recuerda que, sin importar las adversidades, siempre hay algo por lo que luchar y sonreír.
Las imágenes de este día capturan mucho más que un evento; capturan el alma de Bolivia vibrando en cada uno de nosotros. En cada mirada, en cada gesto, se percibe la promesa de un país que se construye día a día, en la unidad, el respeto y el esfuerzo conjunto. Este 6 de agosto, más que nunca, sentimos el orgullo de ser bolivianos, de ser parte de una historia que continúa escribiéndose con esfuerzo, con dedicación y, sobre todo, con el profundo amor que nos une como nación.
¡Viva Bolivia!
¡Viva el Instituto Técnico Boliviano Suizo!
